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Hoy te comparto cómo convertir tu negocio en un imán de clientes, me refiero a la parte presencial donde se requiere dar a conocer nuestra propuesta, los productos o servicios que hemos decidido promocionar. 

No quisiera discutir de si es debemos enfocarnos o no en las ventas, que si el patrocinio debe ser primordial. En cualquier caso, nuestro negocio se sostiene a base de consumidores y para dar a conocer nuestros productos necesitamos hacer labor de venta, sobretodo en la etapa inicial de nuestro negocio. 

Aclarado eso, tratare en un artículo sobre la labor de patrocinio…

Lo primero que debemos tener muy claro es que los clientes son nuestra razón de ser. Sé que esto parece una cantaleta pero son nuestros clientes los que pagan las cuentas (vuelvo a enfatizar: sin consumidores no hay comisiones), son ellos los que pagan nuestros bonos o regalías, pagan por nuestros edificios y hasta por nuestros autos. No hay clientes, no hay negocio!. Así de simple.

 Así que si realmente deseas impulsar tu negocio a dimensiones económicas que siempre soñaste, debes comenzar por dar al cliente el lugar que merece. 

Cuida con extremo la imagen y calidad de atención de la primera persona que tus clientes verán. El primer contacto es importante. Si el primer contacto es desagradable, seguramente todos los siguientes (de haberlos) serán muy frágiles. Asegúrate de que tu cliente sea recibido con una sonrisa y una verdadera expresión de gusto de verles.

Por algo es el gran secreto de los restaurantes de comida rápida de mayor éxito.Enseña a tus colaboradores a atender adecuadamente a los clientes. Deben aprender a contestar el teléfono y a ser cordiales en todo momento.

Desarrolla una mentalidad de «qué más puedo hacer» y pronto verás resultados.Debes tener una estrategia de solución de problemas o reclamos. Un cliente bien atendido puede representar más negocios ante un reclamo. Mientras que un cliente enfadado y lastimado solamente te hará tener menos prospectos potenciales. 

 Piensa como cliente y enseña a tus empleados a hacerlo. Valora el tiempo de tu cliente, es tan importante y más aún que el tuyo. Asegúrate de derribar todo indicio de burocracia en tu organización. En la era de la información y la conectividad, las empresas burócratas solo tienen un destino: desaparecer. 

 Haz de tus colaboradores verdaderos asesores. Cada uno debe estar preparado para guiar y orientar al cliente hacia la solución que necesita. Las respuestas cortas, tajantes o un «no le sabría decir» solo denotan falta de calidad en el servicio. 

Finalmente recuerda, la mejor recomendación de tu producto o servicio está en la boca de tu cliente. Si el cliente se retira satisfecho, seguramente volverá y volverá con alguien más.

 Recuerda que las Ventas Directas y el Mercadeo en Red es igual a Recomendación de boca a boca; si esto es así en las ventas, ya te imaginaras la labor de prospección cuando se trate de buscar nuevos asociados. 

 «No temo tanto a la competencia, como a mi propia incompetencia» (anónimo)

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